La UE debe abordar de forma integral la protección de las personas LGTBI en el empleo y más allá del empleo

Toño Abad en las IV Jornadas de Internacional y Derechos Humanos organizadas por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Trans (FELGTB)


El Responsable del Área Confederal LGTBI-UGT, Toño Abad, ha participado en las IV Jornadas de Internacional y Derechos Humanos que organiza el área de Internacional y Derechos Humanos de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Trans (FELGTB), en la ponencia: “El Plan de la Comisión Europea para trabajar la igualdad LGTBI dentro de la UE”.

Toño Abad ha destacado en su intervención que “la realidad de las personas LGTBI sigue estando marcada, en muchos casos, por la discriminación, la violencia y el odio motivados en el rechazo a las orientaciones sexuales, expresiones y/o identidades de género no normativas”.

“Esta situación viene produciéndose en todos los ámbitos, desde el educativo, el sanitario, social, laboral y personal o familiar y condiciona derechos tan importantes como la libertad, la dignidad y la igualdad, así como el libre desarrollo de la personalidad. Limita, en esencia, el derecho de toda persona a mostrarse como es, sin miedo a recibir rechazo y sin interferencias externas basadas en prejuicios y estereotipos dañinos. Y acompaña a lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales a lo largo de toda su vida”.

“En el contexto internacional”, ha explicado, “existen todavía numerosos países donde la diversidad es criminalizada, estableciendo penas privativas de libertad a las personas por ser gais, lesbianas, bisexuales o trans, así como en algunos estados, pena de muerte. Sin embargo, Europa se ha configurado, históricamente, como la unión por la igualdad y las libertades públicas. Es, en definición, un espacio para la libertad, la seguridad y la justicia, como establecen los Tratados. A pesar de ello, hay Estados miembros que todavía hoy no aceptan la diversidad familiar”.

“En términos generales, en Europa, la situación jurídica de lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales es asimétrica, siendo respetados sus derechos en algunos estados de la Unión, pero rechazados en otros, por lo que se hace urgente eliminar esa situación de desigualdad normativa”.

La directiva europea es limitada

Toño Abad ha señalado que “la discriminación afecta a las personas LGTBI en todas las etapas de la vida y el estigma y los prejuicios generalmente extendidos hacen que las personas LGTBI acaben siendo blanco de discriminación, odio y acoso de forma normalizada, especialmente en el ámbito laboral, donde las personas LGTBI siguen sufriendo discriminación en el proceso de contratación, sufren dificultades en el acceso, en el trabajo y al final de la carrera profesional, lo que merma sus oportunidades y derecho a la igualdad de trato, y esto produce un aumento del riesgo de pobreza y de exclusión”.

“El alcance de la directiva europea 2000/78/CE, como marco regulatorio de la prohibición de la discriminación por orientación sexual, aunque importante, es limitado, al referirse exclusivamente a la no discriminación de la orientación sexual. Es más, la propia estrategia hace referencia a la identidad y la expresión de género, también como importantes motivos de discriminación. En ese sentido, la identidad de género, es decir, la identidad de las personas trans, esto es, las personas transgénero y transexuales, y la expresión de género, las personas queer y no binarias, así como las personas intersexuales, no quedan protegidas de forma directa por la propia directiva de igualdad de trato en el empleo”.

Ampliar la protección en el empleo a todo el espectro LGTBIQ

El Responsable del Área Confederal LGTBI-UGT ha subrayado que es necesario ampliar la protección en el empleo a todo el espectro LGTBIQ, y que las personas trans, personas no binarias, intersex y queer queden bajo su protección, que es en todo caso imprescindible”.

“También es fundamental que la Comisión aborde de forma integral la protección de las personas LGTBI más allá del empleo y establezca normas y mecanismos para que se garanticen sus derechos en ámbitos tan importantes como la protección social, la educación, la sanidad o el acceso a los recursos y servicios en igualdad de condiciones” ha afirmado.

“Además”, ha dicho, “debe ser prioritario erradicar los discursos de odio, para lo que se hace necesario reformular la legislación europea que tipifica los delitos de odio y la incitación al odio para incluir sanciones concretas para con quienes atenten contra los derechos de las personas LGTBI y seguir luchando contra la infradenuncia de los delitos cometidos contra las personas LGTBI”.

Incluir medidas en la Negociación Colectiva

Toño Abad ha resaltado que “la Comisión Europea debe ser consciente de la enorme importancia que tienen las organizaciones sindicales europeas en la lucha contra la discriminación en el ámbito del trabajo, y debe dirigir sus esfuerzos a dotar de herramientas a los sindicatos para que contribuyan al abordaje de la lucha contra la discriminación en el empleo, así como es imprescindible su consulta”.

En este sentido, ha manifestado la necesidad de “introducir mecanismos de garantía de los derechos en los convenios colectivos y que se asuma, por parte de la representación de las empresas que el respeto a la diversidad es una obligación que les compete directamente”.

“Además, los protocolos contra el acoso laboral por razón de orientación sexual, identidad/expresión de género y características sexuales son la herramienta idónea para contribuir a erradicar la discriminación de las empresas. La difusión y generalización de estos protocolos constituye una poderosa herramienta de lucha contra la discriminación y su aplicación un medio eficaz para la erradicación de la LGTBIfobia en el empleo”.

“La Comisión Europea debe ser consciente de la importancia que tienen los agentes sociales, especialmente los sindicatos, en la incorporación de estas medidas a la Negociación Colectiva y arbitrar los mecanismos oportunos para que pueda extenderse su uso”.