Conciliación de la vida familiar y profesional

Conciliación de la vida familiar y profesional

La conciliación de la vida familiar y profesional.
Los riesgos psicosociales son “aquellas condiciones presentes en el entorno de trabajo que pueden afectar a la salud física, psíquica o social del trabajador, al bienestar de éste o al desarrollo del trabajo del mismo”.

Los riesgos psicosociales presentes en los puestos de trabajo son muchos como pueden ser la falta de autonomía del trabajador, excesiva carga de trabajo, largas jornadas laborales, situaciones de acoso laboral o, como en el caso que nos ocupa, la imposibilidad de conciliar la vida laboral y profesional.

Como respuesta general común a los riesgos psicosociales en los puestos de trabajo, los trabajadores/as se siente estresados por la incapacidad que tienen para solventar las excesivas demandas laborales a las que está expuesto. Un ejemplo concreto es el estrés que sienten los trabajadores/as cuando no pueden afrontar los retos de conciliar sus obligaciones laborales con sus obligaciones familiares, como puedan ser el cuidado de niños, familiares discapacitados o la atención de las tareas domésticas.

La imposibilidad de conciliar la vida profesional y laboral, todavía, es sufrida en más medida por las mujeres, aunque los lógicos avances que se producen en la materia de género hacen que la brecha entre hombres y mujeres, afortunadamente, se vaya reduciendo.

Según el artículo 34, en su apartado 8 “Las personas trabajadoras tienen derecho a solicitar las adaptaciones de la duración y distribución de la jornada de trabajo, en la ordenación del tiempo de trabajo y en la forma de prestación, incluida la prestación de su trabajo a distancia, para hacer efectivo su derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral. Dichas adaptaciones deberán ser razonables y proporcionadas en relación con las necesidades de la persona trabajadora y con las necesidades organizativas o productivas de la empresa”.

El juzgado de lo Social número 2 de Cádiz ha dado la razón a una empleada, que tiene una reducción de jornada para atender al cuidado de su hija, y que pidió acomodar su jornada para no trabajar durante los fines de semana, demanda en principio denegada por la empresa.
Es una gran noticia que los tribunales sean sensibles a las demandas laborales que tanto trabajo nos han costado implementar a los sindicatos.
Para verla noticia completa   (ver aquí).